En las últimas semanas, diversos países de América Latina han reportado un aumento significativo de casos de fiebre amarilla, lo que ha llevado a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a emitir una nueva alerta sanitaria. Esta situación pone en evidencia la necesidad urgente de reforzar las medidas preventivas frente a la fiebre amarilla.
Hasta el 25 de mayo de 2025, se han registrado 235 casos confirmados y 96 fallecimientos por fiebre amarilla en países como Brasil, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia. La tasa de letalidad supera el 40 %, y preocupa especialmente que muchos de los casos se presentaron en personas no vacunadas.
Otro dato alarmante es la expansión del virus de la fiebre amarilla hacia zonas montañosas y periurbanas, donde históricamente no había circulación reciente del virus. Esto incrementa el riesgo de brotes en comunidades poco preparadas y con escasa cobertura de vacunación.
Los especialistas advierten que uno de los principales factores de riesgo de la fiebre amarilla es la baja tasa de inmunización, sumado a la dificultad para detectar a tiempo la enfermedad, ya que sus síntomas pueden confundirse con otras infecciones tropicales.
Ante este panorama, la OPS ha llamado a los países a intensificar las campañas de vacunación contra la fiebre amarilla, especialmente en las zonas de riesgo. También se recomienda mejorar la vigilancia epidemiológica, formar al personal de salud y asegurar el abastecimiento de vacunas.
Es fundamental que tanto los residentes como los viajeros estén bien informados sobre la necesidad de protegerse frente a la fiebre amarilla. La vacuna sigue siendo la herramienta más eficaz para prevenir esta enfermedad transmitida por mosquitos.
La fiebre amarilla representa una amenaza real para la salud pública en la región y requiere de una respuesta coordinada e inmediata. Recordemos que, en sus formas más graves, la fiebre amarilla puede ser letal.
Protegerse contra la fiebre amarilla no es solo una medida individual, sino una acción de responsabilidad colectiva que puede marcar la diferencia ante una posible crisis sanitaria.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha emitido una alerta epidemiológica debido al repunte de la fiebre amarilla en varios países de América Latina, según informó la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Hasta el 25 de mayo de 2025 se han confirmado 235 casos humanos y 96 muertes en Brasil, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, lo que refleja una letalidad del 41 %. Preocupa especialmente que muchos de los afectados no estaban vacunados y que la enfermedad se está expandiendo a zonas periurbanas y montañosas donde no había circulación reciente del virus.
Entre los factores de riesgo identificados se encuentran la baja cobertura de vacunación, la expansión geográfica del virus y la dificultad en el diagnóstico, ya que los síntomas se confunden fácilmente con otras enfermedades tropicales.
La OPS insta a los países a reforzar la vacunación masiva en zonas de riesgo, fortalecer la vigilancia epidemiológica, capacitar al personal sanitario y garantizar un inventario suficiente de vacunas. Además, se recomienda mantener informada a la población y a los viajeros sobre la importancia de la inmunización.
La fiebre amarilla, transmitida por mosquitos y con un alto índice de mortalidad en sus formas graves, sigue representando un desafío sanitario urgente en la región.